El sistema de Konstantín Stanislavski, más conocido por revolucionar las artes escénicas, ofrece principios profundos para entender el comportamiento humano y la creación auténtica. Aunque su aplicación principal fue en el teatro, sus conceptos pueden trascender las tablas y ofrecer una guía invaluable para profesiones que, como la abogacía, requieren una profunda comprensión, persuasión y acción estratégica. Uno de estos pilares fundamentales es la «SuperTarea» o «Super-Objetivo», una noción que, al ser adoptada por los abogados, puede transformar radicalmente la forma en que abordan y gestionan cada caso.
El «Super-Objetivo» en la Actuación: Una Visión de Stanislavski
Para Stanislavski, el super-objetivo es el propósito fundamental y unificador de una obra, la idea central o el germen del que nace y madura la creación artística. No es simplemente un deseo superficial, sino la corriente total de objetivos individuales menores, de todas las ideas imaginativas, sentimientos y acciones del actor, que convergen hacia un fin supremo. Este impulso hacia el super-objetivo debe ser continuo a lo largo de toda la obra, actuando como una «arteria importante» que provee de alimento y vida tanto a la obra como a los actores.
Stanislavski enfatizaba que para que un super-objetivo sea verdaderamente estimulante, debe ser profundo, excitante, y estar en armonía con las intenciones del autor, al mismo tiempo que despierte una respuesta en el alma de los actores. Además, sugería que, para que el super-objetivo impulse la acción, debe definirse con un verbo, no con un sustantivo, ya que esto le confiere un «ímpetu mayor» y una dirección clara a la acción. Por ejemplo, en lugar de «poder», sería «deseo obtener poder».
La importancia de este concepto radica en que, sin él, las acciones y objetivos menores de un personaje se vuelven «fragmentarios, sin coordinación, ni relación con un todo». Cada parte, por excelente que sea, pierde su sentido dentro del conjunto. El super-objetivo, junto con la «línea continua de acción» (la sucesión lógica y coherente de objetivos menores que conducen al super-objetivo), se convierte en el «fuego que convierte todo en un plato».
Aplicación al Ámbito Legal: La «SuperTarea» del Abogado
Trasladar el concepto de super-objetivo al ejercicio de la abogacía implica que cada caso debe tener una «SuperTarea» definida, un propósito fundamental y unificador que guíe todas las acciones y decisiones legales. Un abogado no solo «lleva un caso» o «busca ganar», sino que debe preguntarse: ¿Cuál es el objetivo supremo que persigo para mi cliente en este asunto particular?
Algunos ejemplos de «SuperTareas» legales, inspiradas en la necesidad de usar un verbo y la profundidad del propósito, podrían ser:
- «Restablecer la justicia»
- «Proteger los derechos fundamentales de X»
- «Garantizar la rehabilitación de mi cliente»
- «Establecer un precedente legal para Y»
- «Reivindicar la verdad de los hechos»
Esta SuperTarea se convierte en la brújula infalible que orienta la estrategia, la investigación y la argumentación.
Beneficios para el Abogado y el Caso
- Coherencia Estratégica: Al igual que en el teatro, donde el super-objetivo evita la fragmentación, en un caso legal, la SuperTarea asegura que cada moción, cada interrogatorio, cada argumento y cada negociación sirva a un propósito mayor y coherente. El abogado evita «acciones individuales, sin relación entre sí, tomadas porque sí».
- Claridad y Persuasión: Un abogado con una SuperTarea clara puede comunicar la esencia del caso de manera más convincente al juez o al jurado. El argumento no solo presenta hechos, sino que se impregna de un sentido profundo y una «verdad» que resuena. Stanislavski decía que la «sinceridad en las emociones, sentimientos que parecen verdaderos en circunstancias dadas» es lo que se exige de un dramaturgo y, por extensión, de un actor. Un abogado que interioriza la SuperTarea de su caso puede proyectar esa «verdad» a quienes escuchan.
- Fuerza Interior y Convicción: El super-objetivo le da al actor una «garra interior» y «poder». Para el abogado, entender la SuperTarea genera una convicción profunda que va más allá de la mera lógica, impulsando su «voluntad creadora». Esto es vital para mantener la motivación y la resiliencia en casos complejos y prolongados.
- Adaptación y Espontaneidad: Stanislavski abogaba por la «adaptación» como la capacidad de reajustarse a lo inesperado, permitiendo que las emociones surjan de forma natural y espontánea. Si la SuperTarea está profundamente arraigada, el abogado puede reaccionar de manera efectiva a los giros inesperados de un juicio, manteniendo el curso hacia el objetivo supremo sin perder la credibilidad. Es en la «adaptación inconsciente» donde el abogado alcanza el nivel más alto.
- Combate a la Rutina y el Cliché: La abogacía, como el teatro, puede caer en la «actuación superficial y rutinaria». La SuperTarea exige una inmersión profunda, evitando la aplicación de «fórmulas y recursos aprendidos de memoria que se repiten rutinariamente». Obliga a buscar la «verdad» y la autenticidad en cada presentación, cada «acción física justificada».
Claves para Definir la «SuperTarea» Legal
Para un abogado, la definición de la SuperTarea en cada caso debe implicar:
- Análisis Profundo: Estudiar la «historia de la obra, sus hechos, consecuencias, época, tiempo y lugar de la acción, las condiciones de vida de los actores y la interpretación». En un contexto legal, esto se traduce en un análisis exhaustivo de todos los hechos, el marco jurídico, las circunstancias del cliente y la contraparte, y el contexto social y temporal del caso.
- Uso del «Sí Mágico»: Plantearse la pregunta «¿Qué pasaría si…?». «¿Qué haría yo si este caso fuera mío o de un ser querido?» o «¿Qué sucedería si no logramos este objetivo supremo?» Esto ayuda a creer en las «circunstancias dadas» y a activar la imaginación creadora, incluso en situaciones imaginarias.
- Búsqueda de la Esencia Humana: Ir más allá de los tecnicismos legales para comprender las motivaciones, los sentimientos y las aspiraciones humanas que subyacen al caso. Esto permite al abogado «apoderarse del alma del personaje, transformarse en una imagen artística» – en este caso, del cliente o de la narrativa del caso.
- Construcción de la «Línea Continua de Acción»: Una vez definida la SuperTarea, se debe trazar la serie de objetivos menores que, de forma lógica y coherente, conducirán a su cumplimiento. Cada paso legal, por pequeño que sea, debe estar «dirigido hacia el mismo fin».
En definitiva, la «SuperTarea» de Stanislavski ofrece a los abogados una metodología para dotar de sentido, coherencia y profundidad a su trabajo, transformando cada caso en una narrativa unificada y cada acción legal en un paso consciente hacia un objetivo supremo y persuasivo. Al fusionar el rigor analítico con la sensibilidad humana y la estrategia consciente, el abogado puede alcanzar un nivel de «organicidad» y «verdad» que resuene auténticamente con el tribunal y, lo que es más importante, con la justicia que busca para su cliente.